Me curó el médico Una reflexión para terapeutas -Nuevos articulos/24
Yo trabajé bastante tiempo en Caritas cerca de un asentamiento. Muchas cosas aprendí allí algunas muy divertidas. La gente iba al médico y al curandero, si se curaba lo había curado el curandero, si no se curaba la culpa era del médico.
Ahora, mientras hablo con la gente y trabajamos con terapias alternativas o complementarias pasan algunas cosas distintas, hay personas que van al médico o al psicólogo y al terapeuta alternativo, pero si se curan fue el médico o el psicólogo y si empeoran o no mejoran fue el terapeuta alternativo el que se equivocó o tiene la culpa. Y también se da lo contrario, como en el barrio, el médico siempre se equivoca.
La pregunta es quien te cura. Vos te curás, vos sanás. Hay un conjunto de herramientas de las que no sabemos a ciencia cierta el aporte y la combinación de cuales nos llevaron a sentirnos mejor. Pero está buena la reflexión para pensar donde ponemos la fe y donde ponemos la desconfianza y darnos cuenta que son todas posturas mentales y que si nos relajamos tendremos una mayor cantidad de herramientas en nuestras manos además de conocernos mejor.
La capacidad de curarnos está en nosotros en nada externo, las herramientas que elijamos por supuesto tienen que ser las mejores que podamos y las que más confianza nos den y ellas ayudarán a activar efectivamente nuestra propia capacidad de sanarnos, nos ayudarán a mejorar nuestras condiciones en algunos casos físicas y en otros emocionales o una combinación de ambas que sería lo más deseable.
Bueno esto es porque una alumna me contaba de un caso de gente muy estudiada que en el fondo esperaba que la medicina alopática la curara y sólo por su desesperación concurría a la consulta floral y me puse a pensar en otros casos la verdad que me resultó divertido.